Las aplicaciones de móvil que permiten pedir comida a domicilio con una simple pulsación ha experientado un 20% de incremento de usuarios
Las aplicaciones de móvil que permiten pedir comida a domicilio con una simple pulsación, con un incremento de usuarios del 20 % en el último trimestre, funcionan también de gancho para que los restaurantes atraigan nuevos clientes presenciales y alimentan a un sector que se vuelve más tecnológico.
A las clásicas llamadas para pedir una pizza o encargar comida china que consolidaron hace ya décadas diferentes franquicias se han sumado nuevas opciones que permiten satisfacer con un clic en el móvil cualquier antojo gastronómico y recibir sin moverse del sofá un arrocito dominguero, unas croquetas de la abuela o un auténtico sushi nipón.
Las aplicaciones de los móviles y las empresas especializadas que suman en su carta de cocina a bares y restaurantes tradicionales facilitan atender cualquier gusto culinario y se han convertido además en un gancho para la hostelería tradicional.
Al calor de las cocinas de restaurantes tradicionales y consolidados han nacido en España plataformas especializadas en comida para llevar que se han convertido en un recurso seguro para usuarios que prefieren degustar los platos en casa y esperar lejos de fogones o colas el menú seleccionado.
Firmas como La nevera roja, que se implantó en 2011 y se nutre de una red con más de 7.500 restaurantes que colocan en su escaparate virtual todo tipo de productos, han registrado un incremento de usuarios de una media del 20 % en el primer trimestre del año.
Se suman así a los locales de comida para llevar tradicionales, cerca de 150 solo en Granada capital, que conservan su nicho de negocio como demuestran las solicitudes de apertura, que mantienen la media de una quincena anuales según los datos que ha facilitado a Efe el Ayuntamiento granadino.
El presidente de la Federación de Hostelería y Turismo de Granada, Trinitario Betoret, ha recalcado que el sector prefiere que los clientes salgan a la calle y comprueben en los establecimientos la variedad y calidad de la gastronomía local, aunque ha reconocido que las aplicaciones y plataformas de comida a domicilio sirven de “gancho” para los bares y restaurantes tradicionales.
Granada se ha situado entre las diez ciudades españolas que más ha incrementado el uso de estos servicios, que calman con el móvil el antojo de comida de calidad, aunque se sitúa en plataformas como La nevera roja lejos de otras provincias como Córdoba o Murcia, con más demandas de menús encargados desde una app.
“Resulta sencillo, con mirar en el móvil qué te ofrecen cerca y pulsar un botón la comida llega a la casa, puedes contentar a todos y no tienes ni que hacer colas ni que buscar el número al que llamar”, ha explicado a Efe Angustias Jiménez, usuaria de estas plataformas y convencida de sus posibilidades.
Betoret ha apuntado que existe “público para todos” y que apuestan por este tipo de iniciativas siempre que estén “ordenadas y legalizadas” ya que a su juicio “no deja de ser una aplicación que puede facilitar degustar la gastronomía y dar pie a visitar después el establecimiento, servir como gancho para conocer sitios nuevos”.
Y es que, a la variedad relacionada tradicionalmente con la comida para llevar, como la pizza o la comida china, se han sumado tapas tradicionales, arroces, platos veganos o de la cocina internacional y hasta dulces, helados o desayunos, que amplían también las opciones de promoción de cocinas antes alejadas del público comodón dispuesto a no salir de casa.
La introducción de la cocina en las aplicaciones de móvil acerca hasta 300.000 platos diferentes al salón de los comensales, dependiendo de la ciudad desde la que se haga el pedido, y la facilidad y comodidad para hacer los encargos ha convertido este sector de la comida a domicilio en una tendencia ya consolidada.
El sector hostelero tradicional no teme que este tipo de avances tecnológicos se coman parte de sus ganancias y reconocen las posibilidades de promoción y económicas de comprimir pizzas y cazuelas, sushi y calamares, en un menú, pero de móvil. | María Ruiz | EFEAGRO